Quizás solo son nervios.
Quizás solo son ganas de conocer a Diego.
Quizás son ganas de saber que laury esta genial.
Es increíble como, sin saber por que, ya quieres y darías la vida por alguien a quien aún no conoces.
Realmente, esto de la vida, es un milagro.
Un milagro que he tenido la suerte de compartir con ella, que siempre me tiene motivos para seguir adelante y para luchar con fuerza por todo aquello que queremos.
Escribiendo desde la sala de espera del quirófano, después de hora y media de espera sin noticias (y no de Gurb), todo se ve con un gris oscuro lleno de dudas.
Tengo unas ganas inmensas de cambiar la tonalidad de esa paleta de colores, porque se, que en cuanto los vea, la vida nos va a dar una nueva oportunidad para ser felices.
Y me acuerdo de los que ya no están, de mama y papa y de La tía Cuca, que nos estarán dando ese abrazo y fuerza que ahora mismo nos falta. Ellos saben lo que son para nosotros.
Quizás las segundas veces son las primeras escondidas...